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El Elegido

29.03.2011 00:48

El Elegido

 

07.03.2011 02:59

  Una de las reflexiones de la obra

La Tierra Habla nos dice:


El Elegido.

 

Un barco muy conocido en su época navegaba por ancha mar muy seguro de sí, se creía el más seguro del mundo no solo por su aparente fortaleza sino por la cantidad de viajes que ya tenía en su haber y se jactaba de ser la mejor embarcación a pesar de que ya era tiempo de renovarlo pero se resistían a creerlo pensando en lo bueno que fue y los viajes que dio. No conforme con ello y temerosos al cambio y o a las nuevas tecnologías, insistieron y continuaron explotándolo.

 

 

Un desdichado día, se produjo lo esperado, ya no aguantaba el peso de los años y el cansancio era tal que las maderas que lo formaban comenzaron a destruirse consiguiendo con ello el hundimiento del mismo. De todos los que en él viajaban solo quedó un sobreviviente y que a duras penas lo logró.

 

 

Aquel fatídico día, el  náufrago  estaba a la deriva en medio del océano, pensaba en Dios….estaba allí, tan solo con un flotador que de repente apareció de la nada y de lo único que se agarró…. sin barca, sin rumbo, sin destino que no fuera morir ahogado o ser comido por un tiburón. Él le pedía a Dios que le ayudase para salvarse. De repente aparece un barco a distancia visible mas el náufrago no hizo señal alguna para ser rescatado. Pasaron dos horas y vuelve a pasar otra embarcación de igual tamaño y visible mas el náufrago tampoco hizo nada para llamar su atención, ya en su interior no se venía sintiendo bien, el vaivén de las  olas y el viento lo mareaban, solo tenía en mente el antiguo barco en el que naufragó y se decía a sus adentros. Si no hubiésemos hecho caso omiso y renovado el barco, ahora estaríamos mejor, todos estarían vivos y yo no estaría expuesto a una muerte segura.

 

 

Ya casi no veía y decide hablar nuevamente con Dios y le dice: Dios Padre, te he pedido ayuda, te la vuelvo a pedir y en  nombre de tu amado hijo Cristo Jesús te imploro humildemente salves mi vida. De repente, una brisa fresca lo acarició y le vino a su mente el recuerdo de los dos barcos que le pasaron casi por delante y que el despreció pensando que la ayuda del señor seria más cómoda, que vendrían a buscarlo y no que esas dos embarcaciones eran precisamente la ayuda.

 

 

Arrepentido por su vaga actitud y la necedad al contribuir a la no renovación del famoso barco, decide agradecer a Dios al menos por haberle permitido alcanzar aquel flotador. Ya exhausto le dice a Dios…..Padre en tus manos dejo mi vida, y se dejó llevar en lo que caía la noche.

 

 

Al amanecer, vio el sol, si, lo vio, pero no sumergido en el océano, lo hizo en un enorme barco con nuevas tecnologías, era real aunque superaba su imaginación y se dio cuenta que la renovación es muy importante porque ella nos puede traer muchas mejoras en todos los sentidos.

 

 

Ya recuperado se para en la proa del barco y le dio gracias a Dios porque en verdad no sabía cómo había llegado allí, pero sabía que el señor le había salvado. Era obra de Dios .No preguntó, tan solo confió porque la fe lo mantuvo vivo y ahora lleno de esperanzas y fuerzas para contar aquella desafortunada historia que le dejó tatuado en su corazón muchas enseñanzas. El fue el elegido.

 

       Autora: Ivonne Lucia Juan Santana.

                               5/1/2011.

               Derechos reservados  R.G.P.I.
Mi inspiración: El Senador Esteban Caselli.

 

 

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